En
los últimos años han surgido multitud de métodos de enseñanza-aprendizaje que
se apartan del modelo tradicional. El Aprendizaje Basado en Problemas, el
Aprendizaje Basado en Proyectos o el modelo de Flipped Classroom son algunos de
ellos. El objetivo común de estas nuevas metodologías consiste en que el alumno
pase a ser el centro del proceso de aprendizaje, y deje de ser un mero receptor
o espectador. Gracias a su implicación activa en el proceso de construcción del
aprendizaje, se involucrará personalmente en él, lo que dará como resultado un
conocimiento más duradero, experiencial y crítico, que lleva asociada la
consecución de unas competencias que refuercen su pensamiento crítico y su
capacidad de actuación en el mundo real.
Como
docentes, todos compartimos estos objetivos. Sin embargo, la aplicación
práctica de estos nuevos métodos de enseñanza lleva asociada una serie de
problemas que son difícilmente solucionables en nuestro sistema actual de
enseñanza. En primer lugar, debe destacarse que estos sistemas presuponen que
tanto los centros educativos como los alumnos desde sus casas tienen un acceso
óptimo a las nuevas tecnologías. Esto no siempre es así. De hecho, centrarnos
demasiado en los recursos digitales puede ahondar la brecha entre los alumnos
con altas y bajas posibilidades económicas.
Por
otra parte, tanto el ABP como el trabajo por proyectos o el modelo de Flipped
Classroom utilizan las nuevas tecnologías como “apoyo” para que los alumnos
consigan completar el proceso de aprendizaje. Parece, no obstante, que las
tecnologías pasan a ocupar el centro del proceso: el docente ya no explica en
clase, sino que prepara un vídeo que los alumnos han de ver en casa y a partir
de ahí se convierte en un guía que los acompaña para que consigan construir ellos
mismos los conocimientos. Tras esto, diferentes grupos escogen los aspectos que
van a investigar preparan un proyecto/ artefacto que expondrán ante el resto de
compañeros. Esto plantea un escenario más que viable: los alumnos no ven el
vídeo enviado (o lo hace una minoría), asisten a clase y no se puede avanzar
comúnmente en el proceso, puesto que no han dado esos primeros pasos
imprescindibles.
Además,
es fácil que el foco principal se aparte de los contenidos y se desplace a las
herramientas de trabajo. Es decir, los contenidos pueden pasar a un lugar
secundario y ser sustituidos por el continente (cómo preparar el material, qué
herramienta es más adecuada, los problemas de funcionamiento…).
Otra
desventaja de estas metodologías consiste en que para construir este
aprendizaje grupal y hacerlo de modo cooperativo, cada grupo de alumnos ha de
trabajar un aspecto distinto del tema objeto de estudio, lo que ocasiona que se
especialice un ámbito concreto y la visión de conjunto sea pobre. Construirán
un producto que compartirán con el resto de la clase, pero el resto de las
agrupaciones, obviamente, adquirirán una visión muy parcial y superficial del
trabajo de sus compañeros.
Por
último, entiendo que hay un problema más importante que cualquiera de los anteriores.
En el sistema educativo español, el currículo que establece la legislación, los
contenidos, objetivos, competencias, criterios de evaluación… están
establecidos por leyes educativas de obligado cumplimiento. Resulta ingenuo
partir de que en un aula, un grupo de alumnos puede proponer temas o aspectos
sobre los que le gustaría investigar. Es obvio que si investigan y construyen
conocimientos sobre cuestiones que a
priori les interesan, la implicación será mayor y el aprendizaje,
significativo. Sin embargo, el docente está obligado a cumplir con lo que la
legislación establece: los alumnos deben trabajar aquello que aparece en el
currículo, adoptando las estrategias que permitan que alcancen los objetivos de
área, curso, etapa… En definitiva, si el docente no quiere incumplir la
legislación vigente, tiene muy poco margen para aplicar estas nuevas
metodologías de aprendizaje, que, por otra parte, serían mucho más
enriquecedoras y motivadoras para los dos eslabones de la cadena del
aprendizaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario